Una espanolita en Londres

Una espanolita en Londres
Camden Town Girl...o sea, yo

Fabio, yo y mil historias inventadas contrarreloj

Yo, españolita, treintañera y con ganas de hacer algo diferente en mi vida, he decidido, por fin, poner por escrito las millones de historias y fantasías que pasan por mi cabeza... ¡en forma de reto!

Fabio, un hombre argentino aficionado a la literatura si cabe más que yo, me manda sus historias y cuentos desde hace poco, y yo le correspondo con las mías. Alguien a quien no conozco, una conexión difícil de explicar...

El reto es, cada vez que reciba un texto de Fabio, he de contestarle en menos de 24h, con una historia totalmente nueva y original...

¿Podré seguir el ritmo? ¿Será mi imaginación tan fantasiosa como siempre he pensado? ¿O no seré más que otra españolita en Londres que se piensa que, por estar en esta ciudad tan libertaria, puede hacer cualquier cosa que se proponga? ¡Este blog me sacará de mis dudas! :>


domingo, 28 de marzo de 2010

Es ya la 9? y la confesión

Hola a tod@s,

espero que el domingo vaya bien. El mio ha sido un maraton de actividades que no salvaran a la humanidad de su quema...me alegra que ya sean casi las 7.30 de la tarde y se vaya a acabar pronto.

He de confesar que he hecho trampas: no he abierto deliberadamente el email que uso con Fabio para no encontrarme una historia suya y asi tener que actualizar el blog. EStoy muy liada en el trabajo...lo se, un reto es un reto... No traicionare mi voto sagrado nunca mas, lo prometo.

Espero que esta historia de hoy os guste, aqui la teneis! :>



NADA ES LO QUE PARECE

La historia que todo el mundo conoce y cree real y verdadera:

Eduardo siempre fue el ojito derecho de su abuelo porque se comportaba de forma diferente al resto de la familia. Pasaba tiempo con el viejo cascarrabias porque le apetecía de corazón, no porque se sintiese obligado o porque así pensase que el abuelo le dejaría mayor herencia. El viejo insoportable había acumulado una fortuna muy considerable, gracias a un negocio muy exitoso que abrió a principios de los cuarenta. Pese a la barbarie de la que fue testigo, volvió de la guerra lleno de ilusión y más agitado que un chiquillo con su gran idea en la cabeza. En menos de dos años el negocio de carpintería estaba abierto y dando dinero. ¡Quién lo iba a decir! ¡Con lo torpe que era como carpintero! Aquella idea de los muebles ligeros y sencillos de montar por uno mismo en casa fue todo un éxito entre personas menos pudientes, que, desgraciadamente, en aquellos tiempos que sucedieron a la guerra, cundían por todas partes.

Cuando el viejo cascarrabias e insoportable murió, a nadie le sorprendió que la fortuna mas negocio fuese a pasar casi en su totalidad a manos de Eduardo. Al resto de los miembros de la familia les quedaron migajas del pastel. Lo primero que hizo Eduardo cuando recibió la fortuna fue casarse con su adorada Sofía, su novia desde su más tierna adolescencia. Sofía era de origen humilde y de una confianza inquebrantable: su abuelo había sido una pieza clave en el negocio del viejo. Entre ambos había habido siempre un respeto muy honorable. Los dos niños solían corretear por el inmenso taller, y ya de más mayores fue allí mismo donde se dieron su primer casto beso y se cogieron de las manos para estar juntos para siempre. Eduardo le dio a su Sofía la boda de cuento de hadas que ésta siempre había deseado. Eran la imagen más pura y tierna del amor el día de su boda, en los bautizos de sus 3 hijos y durante los 7 años que duró el matrimonio. Entonces, Eduardo murió inesperadamente de un terrible accidente de coche. A partir de la tragedia, Sofía crió sola a los 3 niños y permaneció viuda siempre.

Al morir Eduardo, el negocio sufrió un terrible revés con la llegada del gigante sueco IKEA, que básicamente hacía lo mismo que ellos pero a lo grande. Sofía decidió vender el negocio antes de que se hundiera totalmente y recoger el dinero para invertirlo en valores seguros que pudiesen quedar a sus 3 hijos. Así, Sofía se instaló en una cómoda existencia y vio los años pasar.

La historia real y verdadera que nadie conoce:

Es cierto que el viejo cascarrabias e insoportable estuvo en la guerra. Y cierto también que vino con una muy buena idea debajo del brazo. Lo que ya no es cierto es que esa idea fuera suya. En realidad, esa idea era del abuelo de Sofía. El viejo cascarrabias le salvó literalmente la vida durante una emboscada enemiga en la que el abuelo de Sofía metió la pata hasta el fondo. Cuando le dijo al viejo que estaba en deuda con él, éste le pidió su idea. El viejo le chantajeó con revelar a sus camaradas que la mortal emboscada había sido su culpa, lo que no hubiese sido agradable para el abuelo de Sofía teniendo en cuenta que aquella noche murieron demasiados compañeros por su error. Así que, éste aceptó muy compungido sin darse cuenta de que aquella idea valía mucho más de lo que se imaginaba. El viejo insoportable, que también era carpintero como el abuelo de Sofía, supo ver desde el primer minuto el potencial de aquella genial idea, y supo también esperar al momento justo para hacerse con ella. Por cuestiones técnicas, y puede que humanas, hizo al abuelo de Sofía encargado del taller, mientras que el se dedicaba a vender la idea al público general y a cuadrar cuentas. Lo ya dicho, el negocio floreció y con los años se convirtió en una mina de oro para la familia del viejo.

Sofía no conseguía entender porqué el niño Eduardo tan repipi y consentido siempre llevaba ropas pulcrísimas y zapatos nuevos, mientras que ella llevaba todos los vestidos remendados por los 4 costados y los zapatos pegados con pegamento. No lo entiendo, se decía a sí misma, si mi abuelito trabaja tantas horas o más que el abuelo de Eduardo. En su casa nunca faltaba pan pero no se podían permitir ni lujos ni placeres. Por algún motivo, a Eduardo parecía gustarle de veras la compañía de la niña, así que el viejo horrible le pedía muy a menudo al abuelo de Sofía que trajese a la chiquilla para que ambos jugasen juntos. Fue una de esas tardes, jugando al escondite, que Sofía oyó una conversación muy subida de tono entre ambos abuelos que cambiaría su vida para siempre. La niña se enteró de todo y loca de rabia fue a casa pensando que no era justo que la familia de ese niño mimado y consentido estuviese viviendo la vida que en realidad le correspondía a la suya. Juró venganza contra Eduardo y su familia, quería borrarlos del mapa. A partir de entonces transformó su existencia en una mentira para siempre. Se aprovechó del afecto natural que Eduardo sentía por ella y lo sedujo implacablemente. Con los años formaron una familia, el seguro de vida de Sofía. Cada mañana, Sofía envenenaba la taza de café de Eduardo con un somnífero, una dosis no letal que sólo lo atontaba lo justo. Sofía esperó pacientemente durante años a que ese sedante atontase un día más de lo normal a Eduardo mientras éste conducía al trabajo. Así, la terrible tragedia de la muerte de Eduardo estaba anunciada desde hacía mucho tiempo.

Borrado Eduardo del mapa sólo quedaba el negocio familiar. La llegada de IKEA se lo puso en bandeja. Algunos miembros de la familia protestaron cuando ésta les hizo saber sus planes de venta, pero la mayoría lo veían normal e incluso estaban ansiosos por recoger algo de dinero. La venta se efectuó, con lo que Sofía culminaba su venganza. Ahora ella y su familia vivían la vida que se merecía desde hacía tanto tiempo.

Sofía pagó el terrible precio de la soledad y la amargura. Su triste existencia malograda por sed de venganza y ambición. Cada día de su vida Sofía tuvo que tragarse la conciencia y el orgullo al mirar a sus hijos a la cara, también los hijos del hombre que ella había matado y usado para su venganza. Porque para los hijos de Eduardo y Sofía, su padre fue por siempre jamás el mejor padre del mundo, y Sofía tuvo que vivir con ello para siempre.

7 comentarios:

  1. jajajaja

    He empezado pensando....vaya, esta vez el prota es un chico!

    Luego he pensado.....joder, esta historia se la acaba en dos líneas más, porque al ritmo que va...

    Y luego me he dado cuenta de que me faltaba un buen trozo por leer.......me ha encantado la segunda parte!!

    Besotes

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  2. jajaja bueno, son mis primeros pinitos para escribir una historia con prota masculino :P

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  3. Es verdad! Las chicas siempre quitando el protagonismo! :P
    Pero me ha gustado mucho.

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  4. buaaaaa, ¡que guay!

    se lo tenía que haber cargado antes...jeje

    me ha gustado mucho, ¡gracias Elena!

    PD1:la bomba hubiera sido que hubieras dicho que fue el abuelo de Sofía, o Sofía misma quien pasó la idea a IKEA por un buen pellizco a sumar a lo que luego consiguió cuando vendió el negocio de muebles.

    PD2:y ya si una vez muerto el marido ella hubiera escrito un libro de la historia de los abuelos en la guerra, que se hubiera convertido en superventas y confesado publicamente todo.

    En fin ese fue el brainstorming del día, ya que entre copas no nos sale (100% demostrado)

    Sigue así, tus historias son cada vez más ricas, ¡enhorabuena!

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  5. jajaja lo de pasar la idea a IKEA lo pense pero me parecio ya un poco demasiado ciencia ficcion, me gusta que mis historias puedan ser verdad ;>

    jajaja yo creo que las copas nos matan la imaginacion :P

    Besos!

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  6. que chuli!!! se me han puesto los pelos de punta y todo! Nada de escribir libros, lo que tendria que hacer Sofia (que es un rato mala eh?) es ir al donde estas corazon y forrarse mas todavia!

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  7. jajajaja si, yo creo que yendo de programa en programa ganaria mas pelas que ocn un libro! jjaja

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