Una espanolita en Londres

Una espanolita en Londres
Camden Town Girl...o sea, yo

Fabio, yo y mil historias inventadas contrarreloj

Yo, españolita, treintañera y con ganas de hacer algo diferente en mi vida, he decidido, por fin, poner por escrito las millones de historias y fantasías que pasan por mi cabeza... ¡en forma de reto!

Fabio, un hombre argentino aficionado a la literatura si cabe más que yo, me manda sus historias y cuentos desde hace poco, y yo le correspondo con las mías. Alguien a quien no conozco, una conexión difícil de explicar...

El reto es, cada vez que reciba un texto de Fabio, he de contestarle en menos de 24h, con una historia totalmente nueva y original...

¿Podré seguir el ritmo? ¿Será mi imaginación tan fantasiosa como siempre he pensado? ¿O no seré más que otra españolita en Londres que se piensa que, por estar en esta ciudad tan libertaria, puede hacer cualquier cosa que se proponga? ¡Este blog me sacará de mis dudas! :>


jueves, 19 de abril de 2012

La 32 o mi nueva edad

Hola a todos

Va siendo ya costumbre empezar mis entradas con una disculpa estúpida de porqué hace tanto tiempo que no escribo. Esta vez no insultaré a vuestra inteligencia y directamente os comunico que tengo una nueva edad, desde ayer, y que la ocasión merecía inventarse una historia ;>

Sigo en contacto con Fabio, gran hombre. Esto es lo que opina de mi cuento número 30, Mark Colt:

"Te felicito por tu cuento, Elena. Progresaste muchísimo. Pobre Mark, todo lo que tuvo que pasar para llegar al éxito."

Dentro de poco estrena libro, os daré su título y cómo se puede conseguir :>

Sin más preámbulos, aquí va la historia número 32 inventada contrarreloj. Espero que os guste o, como poco, que os entretenga un ratito ;>




LA MARÍA JESÚS

LA PELUQUERA:
Qué raro se me hace que la María Jesús no apareciese hoy. Viene todos los martes como un clavo a las 10 de la mañana. De un martes para otro me reserva la cita. Cuidado, no es que me haya fastidiado, sinceramente la peluquería anda más vacía que llena estos días. Pero se me ha hecho raro, muy raro. Y sin llamar ni nada para cancelar. Con lo cumplida que es la María Jesús. Aunque lo que digo, por mucho que me hubiera cancelado no habría yo rellenado ese hueco de ninguna manera. Qué pena de tiempos, anda la gente muy achuchada y claro, lo de los pelos al fin y al cabo es un lujo, bien mirado….
Ahora que caigo, igual anda visitando a su hija la que vive en el extranjero. La María Jesús tiene una hija que se le marchó por Alemania hace ya unos años. Muchos, como dice la María Jesús. Lo dice la pobre con una pena que aunque ella intente disimular se le nota. Yo lo sé bien porque mi sobrino también se marchó al extranjero va para los 3 años ya y mi hermana la pobre aún no lo ha superado. Ni creo yo que lo vaya a superar siendo como es hijo único mi sobrino. Por lo menos a la María Jesús le queda un hijo aquí. El chico está soltero, ni novia ni nada, pero aún así vive solo en su casa. Se ve que es muy independiente. Y debe viajar mucho por trabajo. Pero al menos está aquí por si la María Jesús algún día necesita algo. Porque pobrecica la María Jesús mira que enviudó joven. Por lo menos hará ya 15 años que se le mató el marido. Con lo maja y cumplida que es. En fin, así es la vida hija mía.
Pues sí, eso debe ser, la María Jesús debe andar visitando a su hija la que anda por Alemania porque sé que va todos los años por estas fechas a verla. Una madre es una madre y su hijica por muy lejos que ande, su hija es…

LA VECINA:
Ahora que me fijo en el buzón lleno de cartas de la María Jesús caigo en la cuenta de que hace ya unos día que no coincido con ella. Y mira que vivimos en el mismo rellano y casi todos los días nos vemos. En fin, andará liada la mujer. Aunque se me hace raro lo del buzón ahora que lo pienso. Por muy liada que estuviese digo yo que las correspondencia la seguiría cogiendo…
Pues entonces es que no está. Además no se oye ni un suspiro en la casa. Ni ruido de cacerolas ni de ducha ni de tele. Pues eso es que no está. ¿Y dónde andará pues? Si casi nunca va a ningún sitio…
Entonces, ¿sabes qué te digo? Que me alegro por ella. Sí, me alegro por la María Jesús. Que se vaya por ahí de parranda y se lo pase bien y se eche unos cuantos bailes. Y si me apuras, que conozca a un buen hombre, al menos tan bueno como su difunto marido lo era, y que vuelva a tener un amor en la vida. Porque la María Jesús se lo merece. Sí señor. Se lo tiene muy merecido. Que la pobre anda muy sola. Una hija por allá lejos y el otro hijo que está aquí pero como si no estuviera, porque viene bien poco a ver a su madre. Vergüenza le tendría que dar, estando su madre solica como está. Pero bueno, así es la vida hija mía, un asco a veces.
Pues ale, me voy a olvidar ya de la María Jesús que bastante tengo con lo mío. Cuando vuelva de sus merecidas vacaciones ya le preguntaré qué tal ha ido todo. Pero sin parecer muy curiosa oye, que no quiero yo que piense que me estoy metiendo en su vida…

EL HIJO:
Llamada perdida. Fijo que es mi madre. ¡Qué pesada que es! Como hace ya casi 10 días que no voy por casa y casi otros tantos que no hablamos pues estará ya histérica. Mira que sabe que no me gusta andar todo el día llamando. Además estoy liadísimo en el curro y más que lo voy a estar. Desde mañana casi una semana viajando. Bah, se va a poner mi madre que para qué. Y aún se pondrá peor mi hermana. ..
Más de dos semanas sin vernos. Ya ves. Más tiempo está mi hermana sin ver a su madre. Con eso de que está lejos me tengo yo que comer el marrón de hacerle compañía y estar pendiente de ella. Mi hermana, con llamar dos veces por semana ya cumple. Y yo, que si la tendría que llamar todos los días y que si le tendría que ir a ver un par de veces por semana…
Veamos a ver de quién es la llamadita. Mi hermana. Mierda. Ya me llama para echarme la bronca y decirme lo mal hijo que soy. No te jode, ¿y ella? ¿Qué clase de hija y hermana es ella que se fue para triunfar en su carrera y vivir a todo trapo en Alemania mientras mi madre y yo seguimos aquí batallando el día a día? Mira, cuando me llama para echarme sus sermones no la aguanto. Me entran ganas de decirle cuatro cosas bien dichas. Pero por mi madre, me callo. Paso de que vea que discutimos. Se disgustaría, y la pobre ya ha sufrido bastante…
Mejor llamo a mi hermana luego. Ahora paso. Estoy de mala hostia y paso de discutir con ella…

UNA SEMANA DESPUÉS…

LA PELUQUERA:
Esta era la hora de la María Jesús. Ay pobrecica no dejo yo de pensar en lo de la María Jesús. Hacía muchos años que no sentía yo tanta pena. Qué mierda de mundo, de verdad qué mierda, ganas le dan a una de mandar todo a tomar viento. Una mujer tan decente y cumplida como la María Jesús, ¿no bastaba ya con lo de su marido digo yo? Esas pobres criaturas ahora sin padre ni madre. Ay de verdad, otra vez se me saltan las lágrimas. Pero lo peor, lo que no se me va de la cabeza es la manera tan miserable en la que murió la María Jesús. Solica, desnuda, sola…
Y yo pensando que estaba visitando a su hija en Alemania. Si la hubiera llamado para ver porqué no había venido, al menos la hubieran descubierto antes. Porque ya decía yo que me extrañaba que la María Jesús no apareciese a su hora y ni llamase ni nada, ¡con lo cumplida que era la María Jesús!
No hay derecho de verdad que no hay derecho. Dos criaturas huérfanas y una buena mujer menos en el mundo, no hay derecho. Y todo por un traspiés, un absurdo trapiés…

LA VECINA:
Desde que me enteré de lo de la María Jesús no tengo yo la cabeza para hacer nada. Ni salir de casa me apetece. Esto me supera, qué tristeza tan grande. Pobre mujer qué pena. Y yo que la hacía por ahí de parranda y hasta conociendo novios y la pobre donde en verdad estaba era muerta en la bañera. Parece ser que se resbaló y se abrió la sien. No somos nada, lo dicen y es que es verdad que no somos nada…
Bueno, me consuelo pensando que allá donde esté estará con su marido, junticos por fin. Con lo que se querían, y lo que sufrió la pobre María Jesús después del accidente. Pobrecica, como un pajarico se quedó y ya no volvió a ser la misma. Bueno, pues así me consuelo, con que están junticos en alguna parte…
Mira, ahora se oyen ruidos en la casa de la María Jesús. Será alguno de los hijos. Desde luego, vergüenza les tenía que dar, sobre todo al hijo. Si hubiese estado en casa con ella, que es donde debería estar, esto no hubiera pasado. Porque estaba muy sola la María Jesús y sus hijos no se ocupaban nada de ella. Eso lo digo yo y todo el vecindario porque es que es así. Es culpa principalmente de su hijo por no estar pendiente de ella. Pobre María Jesús, se murió como vivió: sola.

EL HIJO:
Mi hermana dice que va a llegar 10 minutos tarde porque está en un atasco. Lo suyo es llegar siempre tarde o no estar. En fin, espero que no tarde mucho porque estar aquí solo es prácticamente insoportable. Me viene a la cabeza el día que descubrí a mi madre en la bañera y no puedo, de verdad que no puedo…
Me saldría al rellano pero la urraca esa me mira mal. En realidad todo el mundo me mira mal. Se lo que piensan, no soy imbécil. Piensan que si hubiese estado con mi madre esto no hubiese pasado. Lo que no saben ellos, los muy listos, es que mi madre hubiese muerto igualmente aunque hubiese habido alguien con ella dentro del baño. Fue un caso entre un millón. Resbaló y con tan mala suerte dio con la sien en el borde de la bañera y murió en el acto. Nadie hubiera podido hacer nada por ella…
Manda cojones que me juzguen a mí, y no a mi hermana. ¿Y ella? ¿Dónde estaba ella cuando mi madre resbaló? ¿Dónde estaba ella todos estos años en que mi madre y yo estábamos aquí solos? Pero no, el culpable soy yo porque, al igual que mi hermana, quería hacer mi vida y tener mi casa. De verdad que no puedo con todo este vecindario corto de mente y anticuado…
Espero que mi hermana no tarde en llegar. No puedo estar aquí solo, no puedo. No puedo estar aquí solo como lo estaba mi madre, no puedo…

(Llorando, el hijo va a la cama de su madre, se tumba en ella y sigue llorando, y sigue llorando, y sigue llorando…)