Una espanolita en Londres

Una espanolita en Londres
Camden Town Girl...o sea, yo

Fabio, yo y mil historias inventadas contrarreloj

Yo, españolita, treintañera y con ganas de hacer algo diferente en mi vida, he decidido, por fin, poner por escrito las millones de historias y fantasías que pasan por mi cabeza... ¡en forma de reto!

Fabio, un hombre argentino aficionado a la literatura si cabe más que yo, me manda sus historias y cuentos desde hace poco, y yo le correspondo con las mías. Alguien a quien no conozco, una conexión difícil de explicar...

El reto es, cada vez que reciba un texto de Fabio, he de contestarle en menos de 24h, con una historia totalmente nueva y original...

¿Podré seguir el ritmo? ¿Será mi imaginación tan fantasiosa como siempre he pensado? ¿O no seré más que otra españolita en Londres que se piensa que, por estar en esta ciudad tan libertaria, puede hacer cualquier cosa que se proponga? ¡Este blog me sacará de mis dudas! :>


viernes, 12 de marzo de 2010

La septima y el weekend excitement

Me pregunto yo, este viernes de Marzo a las 4 menos 3 minutos de la tarde, si alguna vez dejare de ser una adolescente. Estoy tan emocionada porque es fin de semana como lo estaba cuando tenia 14 anos...conservo el espiritu joven, me digo a mi misma, y sin mas desecho la cuestion para no ahondar mas en embarazosas conclusiones.

Lo siento chic@s pero ya tocaba una de amor, un pastelon para recordarnos que todos somos algo cursis, incluso los que lo negamos al son de Metallica.

Los que no puedan soportar la idea de un merengue, dejen de leer ahora por favor. Los demas, disfruten ;>

Aqui va la septima historia inventada contrarreloj para Fabio:




OJOS TRISTES NUNCA MIENTEN

…Because sad ayes never lie...

… Los ojos de María se veían tristes desde hacía mucho tiempo, más del que la propia María pudiese recordar. Hubo una época en que sus chispas encandilaban a todo el mundo, ojos felices de corazón alegre. Pero esa época fue pasando poco a poco y sus ojos no conseguían disfrazar el triste sentir de María…

…If something in the air feels a little unkind…

… Su trabajo le contentaba pero no le satisfacía como un día lo hiciese. Sus relaciones habían acabado siempre en desastre o indiferencia. Su preciosa casa, que con tanto sudor pagaba cada mes, se había convertido en un refugio de 5 estrellas del que salir suponía aún gastar más dinero. Su familia le miraba como si fuese una excéntrica por estar soltera a su edad. Y sus amigos no hacían más que buscarle citas con hombres que ella desechaba desde el primer minuto de encuentro. María había pasado la barrera de los 30 y su aburrida vida no iba a ningún lado y, para peor fortuna, estaba destinada a vivirla sola…

…You show up and then you shy away…

… Si había una cosa que a María le reventaba era cuando le colocaban al becario nuevo. Normalmente había 2 clases: los engreídos y los histéricos. Hizo una apuesta consigo misma a ver en qué grupo caería el que empezaba ese día. Al acabar la jornada había decidido que este se salía del molde totalmente y constituía una clase aparte aún sin definir. El mozo era descarado, bacilón, inteligente y educado. Una mezcla interesante. Desde el primer momento este peculiar jovenzano se había propuesto avergonzar a María con su descarado flirteo, sonrisas insinuantes y miradas intensas. Al mismo tiempo, era un ávido aprendiz que en cuestión de días se ganó la simpatía de toda la oficina. Hacía sonreír a María, siempre a escondidas claro, no quería que el chico se pensase que sus flirteos estaban ganando terreno en su endurecido carácter…

…For a while, I’ve been watching you steady…

… María, siempre desde la distancia, fue cambiando bajo la influencia del nuevo becario. Su inteligencia hacían de el un gran conversador y las charlas con el mozo estaban siempre llenas de intelectualidad y sentimiento. Como siempre prestaba tanta atención y estaba dispuesto a aprender cosas nuevas, María disfrutaba enseñándole su saber hacer en esa oficina. El flirteo del muchacho no descendió ni un ápice desde el primer día, insistiendo en que María era una hermosa mujer de belleza serena y personalidad misteriosa. María ya no era capaz de disimular ni la mitad de sus sonrisas…

…I know you think you’d never be mine…

… La diferencia de edad era la excusa perfecta que María tenía para parar las embestidas del joven becario. Porque a estas alturas el chaval ya había decidido que María era la mujer de sus sueños. Y en su sana arrogancia le había comunicado a toda la oficina que un día se casaría con María. La pobre se moría de la vergüenza. Pero cada lunes llegaba llena de ilusión a la oficina, loca de ganas por enseñarle algo nuevo al muchacho y así estar a su lado. Por mucho que María se comportase con indiferencia, sus ojos no mentían, y de tristes estaban tornando a alegres. Ella misma se preguntaba cuanto tiempo se resistiría a los encantos del mozo, que ahora ya se le apetecían irresistibles…

…Here you come, all dressed up for a date…

… María se casó con su becario después de sólo 9 meses de citas. Un día caluroso de verano, sus ojos brillaban más que el implacable sol. Si como de verdad dicen los ojos son el reflejo del alma, María era la mujer más feliz del mundo y lo sería por mucho, mucho tiempo. Porque ya lo cantó el bueno de Bruce Springsteen, que ojos tristes nunca mienten…

…I guess sad eyes never lie.

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