Una espanolita en Londres

Una espanolita en Londres
Camden Town Girl...o sea, yo

Fabio, yo y mil historias inventadas contrarreloj

Yo, españolita, treintañera y con ganas de hacer algo diferente en mi vida, he decidido, por fin, poner por escrito las millones de historias y fantasías que pasan por mi cabeza... ¡en forma de reto!

Fabio, un hombre argentino aficionado a la literatura si cabe más que yo, me manda sus historias y cuentos desde hace poco, y yo le correspondo con las mías. Alguien a quien no conozco, una conexión difícil de explicar...

El reto es, cada vez que reciba un texto de Fabio, he de contestarle en menos de 24h, con una historia totalmente nueva y original...

¿Podré seguir el ritmo? ¿Será mi imaginación tan fantasiosa como siempre he pensado? ¿O no seré más que otra españolita en Londres que se piensa que, por estar en esta ciudad tan libertaria, puede hacer cualquier cosa que se proponga? ¡Este blog me sacará de mis dudas! :>


martes, 18 de enero de 2011

La 24, así de la nada...

Hola a tod@s,

en este dia luminoso de invierno, que por cierto ya tocaba el sol, vuelvo de la nada para traeros una historia que me quemaba tanto en la cabeza que he tenido que escribirla ya de ya.

Espero que el frio clima os este tratando bien. Yo solo pienso en dias mas largos y cazadoras vaqueras.

Besos y espero distraeros un poco con esta historia. Hasta pronto (espero :P)




DIARIO DE UN MORIBUNDO

13 de Septiembre de 2010, en algún lugar de España:

¿Qué harías si supieses que te estás muriendo? ¿Si supieses que tu existencia en este mundo tiene fecha de caducidad?

Tengo 34 años y me estoy muriendo.

Lo se desde hace ya unos meses pero no se lo he querido decir a nadie. No quiero que mis últimos días en este mundo estén condicionados por la lástima y la pena.

Vuelvo a la pregunta del qué haríais. La gran mayoría de vosotros contestaría que intentaría pasar todo el tiempo que le queda con su familia y amigos. Teniendo en cuenta que siempre he sido un gran despegado, todo el mundo que me conoce se daría cuenta de que hay gato encerrado. Además quiero pasar este tiempo que me queda como si esta cosa horrible no estuviese sucediendo. La otra opción que queda entonces, esa que el resto de vosotros contestaría, es la de hacer todas esas cosas que siempre quisiste hacer y que por dinero, tiempo o cobardía no se llevaron a cabo. La gente pensará que me he vuelto loco o que estoy en alguna crisis de identidad o madurez. Es igual. Con una de las dos opciones me tengo que quedar. Voy a elegir la segunda.

29 de Octubre de 2010, Nueva York:

Lo primero que hice cuando tomé mi opción fue preguntarme cuál había sido mi mayor frustración. Fácil. No haber vivido en Nueva York. Idolatro esta ciudad desde que soy un chaval. Desde que todas mis películas favoritas sucedían aquí. Desde que se que existe un Brooklyn, un Manhattan y un Queens. Desde que la única mujer que alguna vez me atreví a amar fuese de aquí.

Ni que decir tiene que dejé mi trabajo. Por internet alquilé una habitación en Brooklyn por 3 meses. Me dedico a hacer lo que me da la gana.

1 de Noviembre de 2010, Nueva York:

Día de los Santos Inocentes. El año que viene habrá gente poniendo flores en mi tumba. Espero. Espero que para aquel entonces alguien aún se acuerde de mi.

16 de Noviembre de 2010, Nueva York:

Cuando vine aquí ya traje la idea de dar clases de español. No por el dinero sino por conocer gente. Las cobro al ridículo precio de 5 dólares la hora más la consumición. Estoy muy contento. He conocido gente muy abierta y positiva. Entre todo ellos hay una chica. Es encantadora. Es de Eslovaquia, lleva aquí 5 meses. Dice que quiere aprender español porque a veces aquí es más útil que el inglés. Es encantadora. Se llama Petra.

18 de Noviembre de 2010, Nueva York:

Mi otra gran actividad en esta ciudad es ir a jugar al futbol. Uno de mis compañeros de piso, de Brasil, me convenció para ir con el a jugar al parque. Me gusta ir. Me olvido de los dolores, que por cierto no van a más. Me pregunto cuándo tornarán a insoportables.

27 de Noviembre de 2010, Boston:

Me he hecho gran amigo de uno de mis alumnos. Este fin de semana se venía a Boston con unos amigos y me dijo que si quería ir con ellos. Ni me lo pensé un segundo. Por supesto que si. He estado en el Cheers y vamos a ir a ver un partido de la NBA con los Boston Celtics. Dos sueños de juventud hechos realidad en tan solo un fin de semana.

9 de Diciembre de 2010, Nueva York:

Petra y yo salimos mucho. No pasa nada entre nosotros porque yo no quiero. Sería muy cruel por mi parte. Pero es encantadora. Le encanta el teatro así que vamos cada vez que salimos. Pronto tendré que volver a Espana. Haré coincidir mi vuelta con las Navidades.

21 de Diciembre de 2010, Nueva York:

Ayer fue mi fiesta despedida. Ahora mismo estoy llorando. Han sido los mejores 3 meses de mi vida. Y además creo que estoy sinceramente enamorado de Petra.

22 de Diciembre de 2010, JFK International Airport:

Me voy. Tengo los ojos rojos de tanto llorar. Pero me tengo que ir. La principal razón es que tengo que ir a los médicos, ver qué me dicen, cómo va mi horror particular. Va a ser el peor día de mi vida. Justo después de los mejores 3 meses de mi vida. Cruel ironía.

29 de Diciembre de 2010, Zaragoza:

¡He vuelto a nacer! ¡No me lo creo! ¡Estoy como loco de contento! ¡Todo había sido un error! ¡La biopsia inicial era errónea! ¡Mi tumor es benigno y aunque tan grande se puede extirpar sin mayores complicaciones! ¡¡¡Estoy como loco de contento!!!

15 de Junio de 2011, Zaragoza:

Obviamente ya no soy un moribundo. Encontré ayer este diario al empaquetar las cosas para la mudanza y pensé que debería cerrarlo contando todo lo que ha pasado.

La operación fue en enero y todo fue estupendamente. Les tuve que contar todo a mi familia y amigos. Después del estupor inicial todos se portaron conmigo de maravilla. Soy muy afortunado.

Entretanto escribí un email a Petra contándole todo. Y también diciéndole que estaba enamorado de ella. Después de dos eternos días obtuve su respuesta. Ella también estaba enamorada de mi, dispuesta a dejar Nueva York y venir conmigo si era necesario. Las cosas allí no le iban tan bien como a ella le habría gustado. Apenas sobrevivía. Para mí volver a Nueva York hubiera sido difícil por el tema del empleo y la visa. Así que le dije que viniese aquí, que nos arreglaríamos.

Y nos arreglamos muy bien. Yo encontré trabajo enseguida gracias a un conocido y ella está estudiando español e inglés. Es chica lista. Se que todo irá muy bien. Pasado mañana nos cambiamos de piso, a uno más céntrico.

Es muy irónico cómo la presencia de la muerte certera me dio la vida. Si no me hubiese sabido moribundo nunca habría ido a Nueva York y vivido todo lo que allí sucedió. Ahora vivo cada día como el último. Ahora ya no soy un despegado ajeno a los que quiero. Ahora ya no muero de una lenta e impasible pena.